El narcotráfico es uno de los negocios más crueles y sangrientos del mundo y uno de los pocos en donde se pueden llegar a ganar verdaderas fortunas. Pablo Escobar logró llegar hasta la cima y embolsarse unos cien millones de dólares diarios al coronarse como el mayor narcotraficante de su época, expandiendo el negocio de la cocaína hacia Estados Unidos.
Terror, tortura y violencia eran el sello de este colombiano que se crió en uno de los periodos más cruentos de su país, en donde los cadáveres se acumulaban en las calles y el miedo se palpaba entre sus ciudadanos. Esa dureza que le marcó de niño le sirvió para convertirse en uno de los magnates de este negocio multimillonario que, años más tarde, le acabaría costando la vida.
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