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Decisivos en el Madrid de Benítez
Keylor y Casemiro también ganan partidos
No es sino paradójico que en el mejor club del siglo XX, en ese equipo-constelación de estrellas que es el Madrid, sean Keylor y Casemiro, unos actores de perfil aparentemente secundario, los protagonistas en el inicio de temporada. Al primero le llegó la oportunidad con el no fichaje de De Gea; al segundo, con la confianza -en ocasiones forzosa- del entrenador.
Mario Cortegana | @MarioCortegana
Estos primeros meses están dejando una cosa clara: si el Madrid visita Cibeles en primavera, urgirá un comunicado, redactado a dos manos por la Diosa y Benítez en medio del jolgorio de la plaza, pidiendo el próximo Balón de Oro para el guiri que envío con retardo -se entiende que (mal)intencionado- el fax que unía a De Gea y al Madrid en matrimonio futbolístico.
En este fútbol interactivo en el que Twitter hace de estadio y las opiniones se expresan en 140 caracteres, el tico sale a trending topic por partido: ovación cerrada. El '1' no cumple el estereotipo que el aficionado dibuja en su cabeza al pensar en futbolistas carismáticos: no es canterano, no se lo imaginaría Barnett anunciando calzoncillos, no se le percibe madera de líder... Pero para. Para muchísimo, como sI tuviera 10 manos.
Ante el Celta firmó 6 paradas, la mayoría de un mérito extraordinario: el tiro teledirigido de Orellana al interior de su palo derecho, el chut con bote envenenado por Jonny o lo que parecía un gol cantado de Aspas. Pese a que Nolito y la legión de musas que le acompañan le encontrasen las cosquillas al final, Keylor encontrará consuelo en la victoria y en haber hecho que este sea el segundo Madrid que menos goles ha encajado -3- en las 9 primeras jornadas desde de Buyo -2- en la 1987/88. También se puede adjudicar el mérito de que al Madrid no se le hayan puesto por delante en el marcador en lo que va de temporada.
Pero más allá de paradones de portada de periódico y datos, lo que queda de Keylor es su aura de seguridad: tener a Navas es haberle copiado los deberes al empollón de la clase.
Casemiro, el héroe silencioso
Otro Keylor es Casemiro, que hace más ruido por lo que juega que por lo que habla. No es el jugador al que ficharías para vender camisetas, pero sí para ponerle la de tu equipo en cualquier partido: el blasileño, que hace del sudar+robar un arte, muestra el mismo interés en una primera ronda de Copa del Rey que en una final de Champions.
Su importancia es más difícil de explicar porque el robo, la cobertura, la batalla por los balones aéreos o el primer pase que arma un ataque serán siempre menos vistosos que el gol o la parada; pero, por norma general, unos no existen sin los otros. Casemiro lo demostró en el primer gol del Madrid en Balaídos, robando providencialmente en una jugada que acabó con el "¡Siuuuh!" de Cristiano.
Los tuits, los focos y los contratos multimillonarios son para los Cristiano, Bale o Benzema, pero los títulos se empiezan a ganar en partidos como el de Balaídos, en los que todo equipo precisa de sus mejores actores secundarios. Porque sí: Keylor y Casemiro también ganan partidos.
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