Un caballo balancín, un juguete querido por toda la familia es restaurado para las próximas generaciones

Llega a la tienda de las restauraciones uno de los juguetes más queridos por esta familia, un caballo balancín. El caballo heredado de la abuela, funciona pero está en muy mal estado. Fue un regalo del marido que al poco tiempo falleció y todos han jugado con él, aunque se ha ido deteriorando con el paso de los años. Cada día que alguien se monta, hay que aspirar toda la habitación de todo el yeso que se desprende.

El objetivo de la tienda de las restauraciones es hacer que el caballo vuelva a balancear bien y que vuelva a coger la imagen que tenía cuando se lo regalaron a la abuela. Es un reto muy diferente porque la pieza es distinta a las que suelen trabajar los reparadores. Con las manos en la masa, descubren que hay un gran problema debajo de la montura. A medida que van quitando el cuero, observan que hay daños internos que nadie se los espera. Esta muy despegado y con muchas grietas, además de que las solapas de cuero se desintegran solas. Los restauradores hacen una replica exacta de la silla. Respecto a la madera, se ha encogido por dentro y por eso ha empezado a agrietarse en el exterior. Tiene que conectar la pintura y el yeso con pegamento perlado que es muy acuoso para que se filtre por todas las zonas posibles.