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Una adolescente recibe un regalo muy especial por su cumpleaños: una GMC del 57 totalmente restaurada
El regalo soñado de cumpleaños: una GMC del 57 restaurada para una joven amante de los clásicos.
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Frank Hillier, un vecino de Mike, llega al taller de Hall acompañado de su hija Courtney, que tiene un capricho: quiere una camioneta Chevy para su decimoctavo cumpleaños. "Me gustan las de la vieja escuela, son más ruidosas, puedes sentir cómo rezumban", asegura la joven.
Courtney está de suerte, porque Mike aún conserva una: concretamente, una GMC del 57. En aquel año, dicha marca transformó la humilde camioneta en un vehículo con más estilo, con un parabrisas panorámico, faros inclinados, suspensión neumática y un motor V8 opcional de 206 caballos. Era una camioneta segura, con un diseño elegante.
A Courtney le encanta la camioneta que le ofrece Mike, especialmente la carrocería. Sin embargo, no le gusta el color amarillo y le pide que se la pinte de azul marino. Mike pide por la restauración unos 40.000 dólares.
Frank le propone un intercambio: Mike necesita transportar agua constantemente a su taller y paga por ella, pero Frank dispone de manantiales en usufructo y se ofrece a hacerle una instalación con fosa séptica incluida. Hall se lo piensa y decide rebajar el precio a 15.000 dólares. Con ese dinero cubrirá la pintura y un nuevo motor de 300 caballos. Tras la restauración, el resultado no puede ser más impresionante.
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