Chip y Agnes Hailstöne se vuelven a casa con las manos vacías: no consiguen pescar ni cazar nada

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Chip y Agnes Hailstöne se vuelven a casa con las manos vacías

Chip y Agnes Hailstone regresan a casa con las manos vacías sin haber conseguido pescar ni cazar nada.

En Noorvik, a 31 kilómetros al norte del círculo polar ártico, viven Chip y Agnes Hailstöne con sus hijas. Es la temporada alta de pesca y deciden ir al campamento que Agnes heredó de sus abuelos para encontrar un banco de salmones blancos bajo el hilo.

En dicho refugio, Chip levantó una tienda para que su familia pudiera acudir allí en cualquier época del año. Agnes está emocionada porque es la primera vez que lleva a sus hijas al campamento donde pasó su infancia.

La familia Hailstöne pasa su primer día pescando y Chip pone trampas en varias zonas de los alrededores para cazar algún animal, pero, al final, regresan a casa con las manos vacías.

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