El dinero de esta subasta irá destinado a una buena causa

El marido de Susan trabajaba en una fábrica de sifones llamada Sparklet. Llegó un día en el que los dueños decidieron cerrarla y ofrecieron a los empleados la posibilidad de quedarse con algunos productos. El marido de Susan lo hizo y desde hace 40 años están en su casa. Simon los ha valorado en torno a las 800 libras, que es una cantidad más que respetable. Ahora es el turno de Susan y ver cómo reaccionan los anticuarios.

Los sifones que Susan presenta a los anticuarios son realmente excepcionales. Unos son prototipos únicos, otros tienen muchos años y todos están en un excelente estado de conservación. Susan quiere destinar el dinero que obtenga para donarlo a algunas organizaciones benéficas. Sin embargo, no logra reunir tanto dinero como esperaba.