Una actriz quiere subastar el cartel de cine de la película en la que trabajaba

Los anticuarios se quedan de piedra cuando Angela llega al salón de las subastas y descubre el cartel de la película por la que quiere que pujen. Se trata de una película de 1968 en la que ella participó y logró el cartel gracias a un regalo de los productores.

Simon ha valorado el cartel entre 100 y 150 libras aunque Angela espera la menos lograr mil libras por él. Cuando los anticuarios ven ese cartel se quedan emocionados y deciden lanzarse a pujar. Angela está encantada porque la puja sube y sube. Sin embargo, hay un momento en el que todo se tuerce.