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Momento destacado | 5 de febrero
El monstruoso cañón Nazi con el que Hitler quería derrotar a Gran Bretaña
Gran Bretaña era el objetivo final de Hitler en Europa y debía hacerse con ella al precio que fuera.
Hitler se había hecho con casi toda Europa a una velocidad de vértigo. Polonia, Países bajos, Noruega, Bélgica o Francia ya estaban bajo su poder. El único gran rival que le quedaba era Gran Bretaña y se puso a trabajar para conseguir hacerse con ella.
Para controlar Gran Bretaña había que derrotar a la poderosa Marina inglesa que superaba en efectivos y armas a la alemana. No era suficiente el bombardeo continuo del territorio inglés, había también que terminar con la Marina Británica. Por ello los ingenieros alemanes crearon uno de los cañones más grandes que jamás se hayan construido: El K5.
Este enorme cañón de más de 30 metros de longitud y más de 200 toneladas puede lanzar un proyectil a 65 kilómetros. El monstruoso tamaño de este arma necesitaba que al menos 40 soldados estuvieran trabajando permanentemente en él.
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