Mike sólo tiene una oportunidad de cazar un oso antes de que expire su permiso

La caza del oso en Alaska está estrictamente regulada. Los permisos se dan con cuentagotas y un cazador puede estar muchos años esperando a que le den esos permisos. Después de mucho tiempo, Mike ha logrado al fin hacerse con uno de esos permisos, pero lograr cazar un oso no es una tarea sencilla.

De entrada está completamente prohibido cazar una hembra acompañada de sus oseznos. Los cazadores deben hacerse con machos preferiblemente viejos que suelen ser los que atacan a los oseznos más pequeños para tener carne fresca que comer. Mike ha estado varios días persiguiendo su objetivo, pero no ha tenido suerte. Ha localizado a una hembra con sus oseznos, pero lógicamente la ha tenido que dejar. Cuando el tiempo para cazar está a punto de terminarse, su suerte cambia y da con un ejemplar grande y mayor junto a una playa. es su oportunidad.