Connor Charman-Hall: el heredero de Mike que devuelve la vida a los clásicos con un toque moderno

Connor Hall es el único hijo de Mike Hall y, como su padre, lleva la pasión por los motores en la sangre. Ama tanto las motos como los coches y tiene una ética de trabajo que cualquiera querría en su taller. A diferencia de Mike, Connor es mucho más práctico y organizado.

Detrás de su carácter tranquilo, Connor guarda el mismo espíritu temerario que su padre: la velocidad le corre por las venas, y su colección de multas lo demuestra. Aprendió mecánica por su cuenta y se ha convertido en un auténtico mago de los coches clásicos, que recuperan su esplendor original pero mejorados con motores y componentes modernos. Eso sí, estas ganas de modernizar chocan a menudo con la visión de Mike, que prefiere restaurar cada coche tal y como salió de fábrica.

Además de ser un manitas con los coches, Connor también domina la voladura de rocas. Desde los 14 años ha trabajado junto a su padre en todas sus aventuras empresariales.

No sería una familia normal si no hubiera broncas: Connor ha dejado el trabajo o ha sido despedido más veces de las que pueden contar, pero ambos saben que su relación va mucho más allá de cualquier discusión de taller. Su pasión por los coches siempre acaba uniéndolos de nuevo.

A pesar de su vena de amante de la adrenalina, Connor suele ser la voz de la razón. Todos los días hace malabares para mantener bajo control las ideas locas de Mike y recordarle que el taller también tiene cuentas que pagar. Aunque le cueste reconocerlo, Connor entiende mejor que nadie lo que significa para Mike esa montaña de coches oxidados, y hará lo que haga falta para que su sueño no se oxide con el tiempo.