Mike Hall: el alma rebelde de Rust Bros que convierte coches oxidados en tesoros sobre ruedas

Mike Hall es un empresario excéntrico y un coleccionista empedernido de chatarra. Amante de la emoción y la aventura, ha pasado buena parte de su vida colgado de acantilados o haciendo explotar cosas: no en vano, es especialista en estabilización de taludes y manejo de explosivos.

Cuando no está a punto de detonar una carga, Mike se dedica a su otra gran pasión: buscar gangas, negociar y apostar por coches clásicos que muchos darían por perdidos. Su vasto conocimiento de la historia del automóvil lo ha convertido en un personaje muy querido y reconocido entre los fanáticos de Rust Valley. Sus inconfundibles rastas, que lleva desde los 16 años, son parte de su sello personal.

Hace cuatro años, Mike hizo realidad un sueño largamente acariciado: abrió el taller Rust Bros con la idea de devolver la vida a los cientos de coches oxidados que ha ido acumulando en su terreno y restaurar vehículos para clientes. En un sector donde muchos cobran auténticas fortunas a coleccionistas adinerados, Mike se niega a traicionar sus principios: para él, la gente, la nostalgia y cumplir sueños pesan más que el dinero.