Sue Aikens recibe un avión de grandes dimensiones en el remoto campamento del río Kavik

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Sue Aikens recibe un avión de grandes dimensiones en el remoto campamento del río Kavik

Un avión de gran tamaño aterriza en el remoto campamento del río Kavik tras más de 10 años sin hacerlo. Sue Aikens está muy emocionada.

Sue Aikens vive en el campamento del río Kavik, a unos 317 kilómetros al norte del círculo polar ártico. Está emocionada porque hace más de 10 años que no aterriza un avión de grandes dimensiones para traerle cargamento. Así que es todo un acontecimiento para ella. La pista de aterrizaje tiene casi 80 años, pero, gracias a su trabajo constante durante todo el año, el camino de tierra y grava está preparado para recibir aeronaves con mayor capacidad de carga, algo que la podría favorecer considerablemente. Recibir aviones con cargas más grandes y con menos frecuencia, le permitirá obtener más beneficios.

Su campamento es un puesto de emergencias donde aterrizan los aeroplanos para repostar. "Vivo aquí para que los aviones puedan aterrizar con seguridad, repostar y seguir su camino", asegura Sue.

El avión le ha traído a Aikens víveres y tiendas tubulares de lona para acoger a un grupo de clientes que van a pasar unos días de vacaciones en el campamento para visitar esa parte de Alaska. Sue sufre un percance con su cargadora a la hora de bajar un cargamento de 700 kilos. Su máquina solo admite 300 kilos de peso y acaba volcando. Afortunadamente, todo queda en un susto y a ella no le sucede nada.

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