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Momento destacado
Sobrevivir en un pueblo remoto de Alaska es imposible sin cazar tu propio alimento
No puedes subsistir en una aldea apartada de Alaska sin procurarte tu propia comida.
A 31 kilómetros al norte del círculo polar ártico, en Noorvik, viven Chip Hailstöne y su esposa Agnes en una aldea aislada.
La gente, que vive en dicho lugar, se alimentan de la caza, de la pesca, de poner trampas y de recolectar.
Chip lleva tiempo sin salir a cazar, así que se acerca hasta el río que está próximo a su poblado, pero, al comprobar que no está suficientemente helado para cruzar al otro lado, decide darse la vuelta. Su intención era cazar una hembra de caribú que vienen del norte, pero no quiere arriesgar su vida y regresa a casa con las manos vacías.
Pero, como son muy previsores, guardan carne en un almacén que emplean, especialmente, en épocas en las que cazar se convierte en misión imposible.
Es costumbre en la aldea que los hombres se encargen de traer comida a los hogares y que las mujeres despiecen al animal en casa.
Además, pueden hacer un trueque con la carne a cambio de munición o gasolina. Con las patas y las pezuñas de los caribú, confeccionan botas muy calentitas para los meses más fríos de invierno.
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