Fredy sufre una grave lesión en la pata derecha provocada por un aparatoso accidente

Fredy, un gato doméstico y relativamente joven, llega a la clínica del doctor Pol con una grave afección. Lleva varias semanas sin poder apoyar la pata derecha y los dueños no saben por qué.

Al parecer, tiene que ver con una herida que está en esa misma pata. En un primer análisis, el doctor Pol ha observado que la herida está infectada pero no sabe realmente cuál es el origen, por eso le manda una radiografía.

Tras observar la radiografía el doctor Pol tiene un diagnóstico claro: alguien ha disparado un perdigonazo a Fredy.