Momento destacado
Grégory y Stéphane se enfrentan a dos coches destrozados: uno de ellos acabó hundido
Un experto en carrocería y otro en motores tendrán que crear un coche que funcione en ambos aspectos a partir de dos chatarras: un Polo y un Yaris.

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Los dos primeros participantes de Top mecanic tienen dos estilos opuestos: uno es experto en carrocería y otro es especialista en motores, cuando no se le caen al suelo.
Pero llegan al taller dispuestos a superar este reto y a demostrar que son capaces de ser muy buenos mecánicos.
La parte más interesante del programa es descubrir qué habrá debajo de las lonas. Stefanno y Nicolas, las dos estrellas de la restauración de coches, confiesan que nunca han elegido vehículos tan destrozados.
El primero es un Volkswagen Polo IV. En carrocería no hay una sola pieza que no esté dañada: está para tirarla.
El segundo es un Toyota Yaris II que ha recibido una buena paliza: la caja de cambios y el motor están quemados.
El polo tiene dos puertas menos pero el reto está equilibrado: hay más o menos el mismo trabajo en uno que en otro.
Aunque, a primera vista, el Yaris parece más fácil de reparar y a Stéphane no le gusta la marca de Volkswagen, la elección se hace por sorteo.
El historial de estos dos coches compactos de ciudad es el siguiente:
El Volkswagen Polo, que va para Grég, se matriculó por primera vez en 2009, tiene más de 71 mil kilómetros y un motor gasolina de 60 caballos.
Para Stéphane va el Toyoya Yaris de 2007, con 250 kilómetros y un motor diésel de 90 caballos.
Estos coches están muertos. Todo se encuentra en un estado catastrófico, por ello, el diagnóstico el primer día es muy importante, porque ven todo lo que necesitan reparar y las piezas que van a necesitar.
Para colmo, Stéphane descubre que el coche que le ha tocado debió de terminar por un accidente en el agua, el motor tiene pinta de que estuvo sumergido, por lo que toda la electrónica estará muerta y es difícil que pueda salvarse.
Durante estas semanas Top mecanic llevará al límite a nuestros mecánicos, que tendrán que trabajar seis horas al día para devolver a la vida a las dos chatarras seleccionadas.
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